Se estrenó el 1 de mayo de 1941, siendo el director, actor, productor y guionista, Orson Welles, y después de casi 80 años, la cinta sigue considerándose una obra maestra que dividió la historia del cine norteamericano, en un antes y un después de Ciudadano Kane.

A mediados de los años cincuenta, la crítica norteamericana, y por arrastre, la del resto del mundo, ha considerado a Ciudadano Kane la mejor película de la historia del cine.

Y cada vez que se lleva a cabo a selección entre mejores películas, este título está dentro de las opciones, tratar de elegir una película, entre la variedad extensa de la historia es una osadía, para los que las han visto todas y han reflexionado a fondo sobre cada una de ellas.

Crítica al poder de la prensa

Orson con tan solo 26 años, actuó y dirigió la película, creó la relación entre el poder y los medios de comunicación, Charles Foster Kane, el personaje principal emplea su periódico Inquirer, con fines propagandísticos a favor de campañas de interés personal y como herramienta para acabar con sus enemigos.

La enorme influencia que la prensa tiene en los ciudadanos fue el principal motivo que impulsa a Kane a comprar el diario, pensando inicialmente en dar voz al pueblo, reseñó Andrés Maestre en su bitácora de periodismo citado por el telégrafo.

Muchos expertos coinciden en que Foster es una caricatura del empresario norteamericano William Randolph Hearst, que controlaba los diarios Examiner y Morning Journal, y que en 1898 precipitó la declaración de guerra hecha por EEUU a España.

Cómo se desarrolla la trama

En el año 1898, el 25 de abril el acorazado Maine de la marina estadounidense, se hundió en la bahía de la Habana debido a una explosión fortuita.

El dibujante Frederick Remington, quien fue enviado por orden directa Hearst, estuvo presente en el sitio de los acontecimientos, y comprobó que no había nada extraño, y que la noticia acerca del hundimiento, no podría atribuirse a la guerra con España.

Esto lo motiva a enviar un telegrama donde expresa que “Todo está calma. No habrá guerra. Quiero volver”, y Hearst contestó, “usted facilite las ilustraciones, que yo pondré la guerra”.

Ciudadano Kane resulta innovadora para la época

El implementar la técnica narrativa del flashback o salto al pasado, la inclusión del espectador en la trama, así como el cerrajero hizo inclusión de la tecnología para hacer de las cerraduras uno de los mecanismos más seguros para las viviendas.

Los movimientos de cámara, posicionamiento y angulaciones, así como el sonido y el montaje, hacen de la película uno de los mejores largometrajes estadounidenses de la historia del cine, siendo ratificado por el Instituto de Cine Americano.

Además de su intachable guión, que afronta temas como la crudeza de las acciones, el valor de la sencillez, la nostalgia o la ambición, Ciudadano Kane deparó la aglomeración de avances técnicos.

También destaca por la elaborada puesta en escena, el uso detallado del gran angular y la profundidad de campo, la fluida capacidad para mover la cámara más allá del encuadre, el excelente uso del montaje o su innovador empleo del sonido como engranaje narrativo.

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